Acerca de

¿Por qué amándome?

Disclaimer. Esta entrada se escribió en el sitio web original publicado en junio 2021. Se vuelve a publicar en esta nueva versión en mayo 2025.

Mucho se habla del amor propio. ¿Pero de qué se trata? ¿Cómo lo definimos?

Algunos lo usan como sinónimo de autoestima, otros como una aceptación de sí mismos.
En lo personal, mi búsqueda existencial me ha hecho comprobar una y otra vez que el amor propio es la respuesta para muchas crisis en la vida. Es un antídoto. Es el remedio perfecto para la desilusión, la incertidumbre, el miedo, el abandono, la falta de respeto o los juicios ajenos.

Fue cuando decidí quererme más que empecé uno de los primeros períodos de búsqueda personal allá por mis 25 años,

lo cual significó descubrirme y amarme tal cual me estaba reconociendo. Poner mis necesidades y dilemas antes que la de los demás.
Puede que por eso algunos intenten definir el amor propio como egoismo (aunque yo difiero, como detallaré en alguno de los posts de este sitio). Y entre lo que pretendo precisamente en este espacio es ir definiendo ese concepto.

Lo cierto es que hubo una época de mi vida cuando no soportaba la idea de quién era o en qué me estaba convirtiendo.

Estaba frustrada con mis decisiones académicas, frustrada por mi situación familiar, frustrada con mi estado emocional y espiritual. Y eso que era aún joven, pero por siempre estaré agradecida con la vida por esa incorformidad que experimenté a esa edad pues me permitió romper mis esquemas, o más bien, los esquemas que estaban predeterminados para mi por los demás: mis papás, mi religión, mi familia y la sociedad en la que nací.

Aunque no lo entendí hasta hace poco, quisieron colocarme un “traje” que no era mío – y yo lo acepté – , en especial, en mi dinámica famliar. Así que por mucho tiempo intenté acoplar mi plan de vida al rol que supuestamente debía cumplir. Eso, también, es tema para un post aparte. Lo que quiero resaltar de eso es que no hay nada más liberador que empezar a construir esa persona que en realidad somos: alguien que viva en coherencia con su alma, mente, espíritu, cuerpo y misión.

Aunque no he cumplido aún 40 años, siento que este viaje desde ese primer intento por defender mis intereses por encima de los demás ha sido largo, enriquecedor, atemorizante, incierto y profundo.

No tengo completamente clara la misión de mi vida, pero hay una luz más fuerte hacia ese descubrimiento.

Y es así que estoy reinventando este espacio cibernético desde el cual he compartido algunas veces mi visión de vida, pero ahora con el enfoque de compartir lo que a mi me ha funcionado para liberarme poco a poco, eliminar bloqueos que impiden crecer y avanzar y afianzar así el sentido de mi vida.
Sin pretensiones ni desde un pedestal, al contrario, aclarando una y otra vez que no soy profesional en dichos temas, ni coach ni pretendo tener las respuestas a todo.

Solamente quiero compartir desde mi experiencia, lo que he buscado y me ha servido – o no – como alguien que “ha estado en las trincheras”.

Sobre todo ahora que estoy terminando de procesar una de las crisis más fuertes de mi vida. Viajé a mis adentros, desgarrando cada fibra de mi alma y corazón. Perdí algo muy valioso, pero gané muchos centímetros más en mi alma. Mudé de piel y afiancé mis creencias y valores.  

Si algo de lo que yo comparta puede ayudar a alguien, por muy mínima que sea esa ayuda, este espacio habrá cumplido su objetivo.

La vida es ahora. Mientras mi corazón esté latiendo, yo estaré AMÁNDOME.

Lucy Garavito, junio 2021.